“Qué pobreza / la de un solo hombre, la de una sola mujer”, dice un verso de esta nueva
entrega del poeta Sergio Madrid, que no solo lamenta esa pobreza sino también la celebra,
a veces cantando, a veces contemplando, simplemente, el paso de las horas, la juventud
ida y recuperada frente al mar y sus destellos y escombros dispersos en la playa.
En poemas que despiertan la memoria y la hacen vibrar como “una canción pequeña / de
amor inmenso”, que sin quedarse irrumpe y sacude todo a su paso, la experiencia se
vuelve sonora; las palabras, efímeras luces, fantasmas del porvenir. Y la poesía, otra vez,
“un falso espejo de agua verdadera”.