Hacia el siglo XII ocurrió en la Europa medieval un atractivo fenómeno: una cantidad relevante de mujeres comenzó a escribir. Se trataba de la materialización de sus experiencias místicas con la divinidad pero que, a fin de cuentas, terminaban por narrar su propia existencia, hablando finalmente de ellas mismas. Ese ímpetu de escritura femenina, proveniente de ambientes religiosos –monacatos, beaterios, beguinatos–, se propagó de manera tan intensa que ahora podemos hablar de un período de la mística femenina, que va entre los siglos XII al XVII-XVIII, en Europa y América. Esta antología proviene de esa tradición. Considerando también las resonancias que la mística femenina alcanzó incluso en los siglos XIX y XX, hasta el día de hoy, los editores incluyeron a autoras de los últimos siglos para dar cuenta de aquello que académicos como Alois M. Hass llamaron «las huellas de la mística», esa lectura que la poesía reciente hace, quizás sin notarlo, de esta misma tradición. Desde Hildegard von Bingen, pasando por Úrsula Suárez y llegando hasta autoras como Cecilia Vicuña, Simone Weil y Anne Carson, esta antología reúne a casi cincuenta autoras que den cuenta de aquel momento decisivo: el de la experiencia mística.