Cuando Star Wars se estrenó en 1977, todos los que vieron y reseñaron la película la consideraron una obra emocionante e innovadora de la cultura pop, un trepidante cuento de hadas espacial cargado de efectos especiales. La película, y los episodios que vinieron después, se convirtieron en un fenómeno mundial y en la gallina de los huevos de oro para George Lucas, su productora Lucasfilm, su empresa de efectos especiales Industrial Light and Magic y para el estudio Twentieth Century-Fox.