Se respira una sospechosa tranquilidad en la aldea gala, toda ella debida a que los romanos van a la Galia, tras una campaña en Bélgica, ¡a descansar! Por consiguiente, el orgulloso jefe Abraracúrcix se irrita, sobre todo después de haber escuchado que, según Julio César, los belgas, son los más valientes de todos los pueblos galos. Por este motivo decide partir a Bélgica, a pesar de Panorámix y Astérix. A fin de prevenir cualquier incidente, este último, junto con Obélix, decide acompañarlo. Al llegar a Bélgica, conocen, entre otros, a Gueusealámbix y a Vancomolóquix, principales jefes de una aldea belga. Tras comer con ellos, deciden organizar un concurso en el que se demostrará qué pueblo es el más fuerte destrozando campamentos romanos y pretendiendo, además, que Julio César arbitre semejante concurso.