El 9 de diciembre de 1824 se libro la batalla mas sangrienta de la guerra civil de independencia latinoamericana. Las tropas realistas, abandonadas de todo socorro y perdidos sus territorios, se enfrentaron, bajo el cerro Condorcunca, a un ultimo combate con sus hermanos andinos y contra sus hermanos americanos. Por entonces, solo el Alto Peru y Chiloe permanecian afectos a la Corona española. La batalla cerro un conflicto que se habia prolongado mas de diez años, y que dejaba familias divididas y regiones enteras empobrecidas. El surgimiento de nuevas naciones trajo un resplandor de esperanza, aunque su luz surgio de la guerra mas cruenta. España, tierra violentisima, resuelve los fratricidios con la desmemoria y la desmemoria teje nuevos fratricidios que vuelven a anidar en la desmemoria. Tambien Ayacucho (Ñrincon de muertos , en quechua) paso a poblar el olvido hispano y su recuerdo quedo encerrado en ese amplio ataud que guarda la luenga memoria de los fracasos de esta nacion.