Christus Vivit es una invitación a los jóvenes y al pueblo de Dios a seguir a Cristo. El Papa Francisco es claro en señalar que la juventud no quiere una Iglesia silenciosa y tímida, pero tampoco una Iglesia siempre en guerra por temas que la obsesionan. Para ello, el Santo Padre se vale del ejemplo de jóvenes a lo largo de la historia para darnos a entender que todos, sin importar nuestro origen, carácter, condición social o época, también podemos encontrarlo y seguirlo, ya que Jesús no pertenece al pasado, sino que está vivo y presente. Se invita a que los jóvenes descubran su fe y se organicen según su espiritualidad, sin dejarse encasillar por reglas moralistas. Así, a través de misiones, en pastorales juveniles, en la música, en el deporte, la caridad, etc., puedan vivir su vocación. Católicos y no católicos estarán más cerca de Cristo, que está vivo y entre nosotros, si leen este texto postsinodal, el que recoge las inquietudes y anhelos de la juventud de nuestro tiempo.