En los años más duros de la dictadura de Pinochet, una secreta guerra sucia se desató en el norte de Chile. Sus víctimas no eran de izquierda. Ni siquiera tenían ideología política. Eran hombres comunes y corrientes que en la fronteriza ciudad de Arica comenzaron a ser perseguidos y cazados por ser homosexuales. A diferencia de otras víctimas de la represión, sus nombres no forman parte de ningún informe ni memorial. Esta es la historia de unas osamentas halladas en el fondo de un pique minero, de un testigo de Jehová que cargaba con un terrible secreto y de un puñado de familias que nunca más volvieron a saber de un ser querido. Es también la historia de dos investigadores, una detective y un periodista, quienes a partir del retrato 3D de una víctima, iniciaron una búsqueda de 12 años tratando de descifrar una verdad oculta en la inmensidad del desierto.