Vladimir Nabokov, exiliado de su país y con pocas esperanzas de regresar algún día, estaba capacitado como nadie para introducir a sus alumnos en la obra de los grandes maestros rusos: Gógol, Turguéniev, Tolstói, Gorki, Dostoyevski o Chéjov. Esas lecciones apasionadas y polémicas, reconstruidas por Fredson Bowers a partir de los apuntes del escritor, son una ocasión única para asistir a sus clases y releer a fondo la literatura rusa del siglo XIX. A lo largo de casi dos décadas, antes de saltar a la fama con Lolita , Vladimir Nabokov impartió cursos de literatura en las universidades estadounidenses de Wellesley y Cornell, y sus clases se han vuelto legendarias. No es frecuente que los estudiantes tengan por maestro a uno de los mejores autores del momento, pero tampoco que un novelista añada a su talento una vocación didáctica tan nítida y eficaz, y tan libre de convencionalismos académicos.