A pesar de que han trascurrido más de 140 años desde el inicio de la Guerra del Pacífico, sus ecos son audibles hasta el día de hoy y han marcado el devenir de las relaciones político – diplomáticas de Chile, Perú y Bolivia.
Rafael Mellafe se adentra en los laberintos y recovecos que permitieron llegar al Tratado de Ancón de 1883 y al Pacto de Tregua con Bolivia de 1884. Luego se sumerge en las profundidades para lograr descifrar cómo se logró la firma del Tratado de Paz y Amistad entre Chile y Bolivia en 1904 y el largo camino que aún quedaba por recorrer con Perú que culmina con el Tratado de Lima de 1929 mediante el cual se puso definitivamente final a la Guerra del Pacífico.
Sin embargo, quedaba un arduo trabajo por hacer para componer la relación vecinal con los vecinos del norte. Son innumerables las piedras y baches que enfrentaron las tres repúblicas a lo largo del siglo XX que hacían retroceder en lo logrado, pero que a la postre siempre se avanzó en el objetivo.
El inicio del siglo XXI también enfrentó a nuestros países en distintos ámbitos, pero es innegable que las visitas a la Corte Internacional de La Haya por sendas demandas presentadas por Perú y Bolivia en contra de Chile hicieron que la ruta del entendimiento se desdibujara.
Aporta también un estudio de cómo las sociedades se veían los unos con los otros y cómo esa visión ha ido transmutando desde el desdén y el desprecio hacia el respeto mutuo y la convergencia en las ideas de que el crecimiento se logra aunados.
Por último, se incluye un anexo con los tratados y documentos más importantes que marcaron y marcan la relación entre Chile, Perú y Bolivia.