Un día, algo curioso y extraordinario le ocurre a Amaro: ¡Le empiezan a brotar etiquetas en distintas partes del cuerpo! Estas van apareciendo como acto de magia cada vez que alguien le dice que él es de cierta manera. Las etiquetas comenzarán de a poco a determinar sus acciones y deberá descubrir cómo deshacerse de ellas.
Esta historia invita a tomar consciencia de nuestro lenguaje al momento de corregir o elogiar a los niños y niñas. La evidencia recomienda aludir a las acciones y no a los rasgos, para así evitar el desarrollo de mentalidad fija en ellos, quienes podrían llegar a creer que su inteligencia y habilidades son inamovibles.