En un contexto donde la memoria histórica y política de Chile ha estado cruzada por un intenso debate, este libro rescata un trozo de nuestro pasado reciente y lo hace sobre un tema sin duda problemático para muchos actores: el de la violencia política durante los años de la Unidad Popular. Desde luego, no se trata de una investigación que busque endosar responsabilidades particulares sobre el tema ni tampoco desconocer su existencia o sugerir, en último caso, que se trató de situaciones marginales y desconectadas de un escenario nacional más amplio. A través de sus páginas se analizan y reconstruyen numerosos casos de violencia que, hasta el día hoy, habían sido escasamente explorados. Poco se sabía, por ejemplo, de las circunstancias que rodearon la muerte del estudiante del MIR Eladio Caamaño en Concepción en 1972 y la aguda polémica que este hecho desató en el seno de la izquierda chilena. Tampoco existían mayores antecedentes sobre el caso de un obrero asesinado a golpes en la ciudad de Traiguén en febrero de 1973 o de los hechos que se culminaron con el crimen de un cadete de la Escuela Militar a solo diez días del golpe de Estado. En paralelo a los sucesos que indaga, este libro reconstruye los discursos que circularon sobre el tema de la violencia, ejercicio que permite comprobar su relevancia dentro del debate público de esos años. Vista en su conjunto, la violencia política constituyó un fenómeno recurrente en la escena local del periodo, expresándose a través de distintas vías e impactando de manera profunda a la sociedad chilena. Son estos eventos, discursos y memorias los que esta investigación rescata y analiza con esmerado rigor.