La huelga es la expresión más conocida del conflicto laboral en las sociedades contemporáneas y ha acompañado al desarrollo del movimiento sindical desde sus inicios. No obstante, en la actualidad las transformaciones operadas en el mundo del trabajo han llevado a la irrupción de nuevas formas de conflictividad laboral, para las cuales el concepto tradicional de huelga resulta insuficiente cuando se le entiende en los términos que lo ha definido la institucionalidad laboral actual. Esta última, heredera de las reformas neoliberales implementadas a fines de los años 1970 en Chile, no solo la define en forma tal que la limita a una particular expresión de la misma, la huelga legal, y la circunscribe a un espacio determinado, la empresa, sino que con ello limita también el ejercicio efectivo del derecho a huelga.