Pocas historias son tan complejas como la de la civilización india. La vasta extensión del territorio en el que se ha desarrollado, su antigüedad y las constantes interacciones con otras culturas hacen que sea un auténtico desafío enhebrar un relato que refleje toda la riqueza y diversidad de su pasado. Sintetizar más de cuatro mil años de historia de una región en la que han llegado a existir simultáneamente cuarenta dinastías es una tarea que se antoja ingente.