Sir Jack Pitman, un magnate de aquellos que sólo la vieja Albión puede producir, emprende la construcción de la que será su obra magna. Convencido de que en la actualidad Inglaterra no es más que una cáscara vacía de sí misma, apta únicamente para turistas, él creará una «Inglaterra, Inglaterra» mucho más concentrada, que contendrá todos los lugares, los mitos, las esencias e incluso los tópicos de lo inglés, y que por consiguiente será mucho más rentable. Y para construir su Gran Simulacro, el parque temático por excelencia para anglófilos de todo el mundo, Sir Jack elige la isla de Wight y contrata a un selecto equipo de historiadores, semiólogos y brillantes ejecutivos.
El proyecto es monstruoso, arriesgado y, como todo lo que hace Sir Jack, tiene un éxito fulgurante. Pero en un giro inesperado, el país de mentirijillas se vuelve tanto o más verdadero que el de verdad, las ambiciones imperiales se desatan y los actores que representaban a personajes míticos, filósofos o gobernantes, y cuya función era «parecer», comienzan a «ser»...