El 24 de noviembre de 1979, Christopher M. Bache comenzó un viaje transformador utilizando LSD para explorar su mente y la del universo. Siguiendo los protocolos de Stanislav Grof, realizó 73 sesiones de altas dosis, buscando una comprensión profunda y sistemática de la conciencia. A lo largo de 20 años, el uso de LSD llevó a de Bache a una conexión más profunda con la consciencia cósmica, explorando la relación entre la mente humana y el universo, lo que transformó su comprensión de la realidad y su experiencia espiritual.