Mara es una elefanta asiática que tuvo una vida llena de cambios y aventuras, y también de soledad y explotación. Partiendo un día de la India, donde fue separada de su mamá, inició una larga travesía por Europa hasta llegar a América del Sur. En Argentina, formó parte de una familia circense. Luego de varios años de funciones y aplausos, enfrentó momentos de abandono y sufrimiento hasta llegar a las jaulas del zoológico de Buenos Aires, donde miles de niñas y niños la visitaron. A pesar del cariño del público, siguió estando sola, aislada, separada de su manada. Finalmente, en 2020, una decisión judicial le devolvió una vida más animal, más salvaje. Se produjo el cambio tan esperado y Mara pudo volver a vivir libre junto a otras personas no humanas como ella en un santuario para elefantes.