Cuando un interior está realmente logrado, las compensaciones por todo el esfuerzo son tremendas. La claridad y serenidad de un buen interior transmiten un sentimiento de firmeza totalmente maravilloso con el que afrontar nuestro confuso y complicado mundo. El hecho de conseguir esta atmósfera con la tecnología y las formas de nuestro propio tiempo añade más información. [...] Especialmente en un mundo de estandarización tanto de objetos como de personas, esta expresión clara y coherente de la propia individualidad es una meta ineludible.