Muertes imaginarias es un híbrido que pide una lectura activa
que vaya calibrando el estándar de verdad o verosimilitud de
los textos y determinando el modo de lectura, o sea el género,
más aplicable. Es remix, mashup, versioneo. Marcel Schwob y
Stephen Pressfield se pasean por el bosque de referencias que
es el punto de partida de este ejercicio literario, donde
emerge la revista del New York Times del último día de
diciembre, que ofrece los obituarios más destacados del año.
El título de ese número es siempre el mismo: The Lives They
Lived. Los personajes de Muertes imaginarias nacieron de
traducciones de algunas de esas notas necrológicas, pero los
personajes mutaron, se chilenizaron, se les inventaron
circunstancias y un estilo, mudaron de piel hasta
transformarse en escritura nueva.