Nefi está convencida de que no puede generar lluvia. Cree que nació sin talento y el resto de las nubes comentan que nunca podrá lograrlo. Con el apoyo de su amigo Omar, y de los niños que leen la historia, se dará cuenta que con esfuerzo y práctica nada es imposible. Este relato contrasta la mentalidad fija y la mentalidad de crecimiento, términos acuñados por la académica de la Universidad de Stanford, Carol Dweck. Nefi, la protagonista, claramente presenta una mentalidad fija, creyendo que no tiene talento y nunca va a cambiar. Omar, la cigüeña, la ayuda a entrenar y practicar para que Nefi vaya construyendo de a poco una mentalidad de crecimiento, donde el esfuerzo y la perseverancia son claves para lograr las metas.