Esta edición reúne una veintena de odas en las que el poeta homenajea a la comida y otros placeres elementales vinculados con el arte y el acto de comer. En estas composiciones poéticas, «la harina, el pan y el vino simbolizan el alimento que es la materia elemental del hombre. La poesía, para él, también debía ser un alimento, tan sencillo y esencial como el pan», escribe en el prólogo Darío Oses, editor de las memorias del autor y exdirector de la Biblioteca de la Fundación Pablo Neruda. Así como en el Bestiario (LZR, 2019), ilustrado por Luis Scafati, en Odas a la comida y otros placeres elementales también late un homenaje a América y a sus frutos, siempre exuberantes. Aunadas bajo el referente culinario, estas odas no solo son una alegre enumeración de algunos de los prósperos elementos que la naturaleza nos brinda, sino también una profunda reflexión acerca de la conquista y la colonización de América. Como escribe Neruda en su «Oda a la papa»: «pero cuando a las piedras de Castilla / regresaron / los pobres capitanes derrotados, / levantaron en las manos sangrientas / no una copa de oro, / sino la papa / de Chiloé marino».Las ilustraciones de Javier Zabala trabajan, mediante la variedad del color y el poder expresivo de sus dibujos, los matices de los elementos descriptos por Neruda. Su lenguaje vanguardista y pictórico es único y ampliamente reconocible.