Sostiene Óscar Castro que el amor es un sentimiento indecible. “No pueden las palabras expresarlo”, le escribe a su amada Estela; lo pueden rodear y circundar, pero nunca acertar en el centro secreto que constituye su esencia. Castro, a quien Augusto D’Halmar llamó “el gran poeta”, traza en estas cartas un itinerario que una y otra vez ahonda en el querer y en el cómo decirlo.
Este libro reúne las cartas inéditas del primer amor de juventud de Oscar Castro y revelan que, al contrario de lo que se dice, las cartas de amor no son todas iguales. En todo lo que escribe a Estela Sepúlveda, Castro demuestra que es posible llevar a cabo una iluminadora reflexión sobre el amor, en un recorrido por todo aquello que puede ocurrir en una relación de pareja: la alegría y el reproche, la proximidad y la distancia, la confianza y los celos, la promesa y el olvido, el orgullo y la humildad, la comunicación y el silencio. Con su letra elegante y clara, noche a noche, día a día, se entrega a la escritura; la retoma incluso momentos después de separarse de Estela, para tejerla con palabras, para conjurar su presencia, para salvar la distancia, hasta constituir, con estas cartas, un relato biográfico tan memorable como sus poemas, cuentos y novelas.