Como en el cuadro de Hans Baldung, emblema y tema de este libro, la serpiente tentadora simboliza, en la finísima lectura que Mario Praz hace de nuestra imbricada tradición, la región más oscura del alma humana de la que surgen la melancolía, las perversiones, la neurosis, las fantasías aberrantes y los monstruos. A partir del Romanticismo, todos estos motivos hermanan a una legión de artistas, desde Füssli y Poe, los prerrafaelitas, ... Ver más Ocultar Como en el cuadro de Hans Baldung, emblema y tema de este libro, la serpiente tentadora simboliza, en la finísima lectura que Mario Praz hace de nuestra imbricada tradición, la región más oscura del alma humana de la que surgen la melancolía, las perversiones, la neurosis, las fantasías aberrantes y los monstruos. A partir del Romanticismo, todos estos motivos hermanan a una legión de artistas, desde Füssli y Poe, los prerrafaelitas, John Ruskin y Walter Pater, hasta J. A. Symonds, Vernon Lee, Walter de la Mare, D’Annunzio, Rodin y Proust. El apabullante conocimiento de la literatura y la iconografía que posee Praz le permite desvelarnos las sutiles afinidades entre todos estos creadores e iluminar esa zona de la psique que los hermanó y que no por oscura nos resulta más ajena. Una obra monumental que completa la labor crítica e historiográfica iniciada en el clásico La carne, la muerte y el diablo en la literatura romántica, también publicado en esta editorial. Como en el cuadro de Hans Baldung, emblema y tema de este libro, la serpiente tentadora simboliza, en la finísima lectura que Mario Praz hace de nuestra imbricada tradición, la región más oscura del alma humana de la que surgen la melancolía, las perversiones, la neurosis, las fantasías aberrantes y los monstruos. A partir del Romanticismo, todos estos motivos hermanan a una legión de artistas, desde Füssli y Poe, los prerrafaelitas, John Ruskin y Walter Pater, hasta J. A. Symonds, Vernon Lee, Walter de la Mare, D’Annunzio, Rodin y Proust. El apabullante conocimiento de la literatura y la iconografía que posee Praz le permite desvelarnos las sutiles afinidades entre todos estos creadores e iluminar esa zona de la psique que los hermanó y que no por oscura nos resulta más ajena. Una obra monumental que completa la labor crítica e historiográfica iniciada en el clásico La carne, la muerte y el diablo en la literatura romántica, también publicado en esta editorial.