Publicados hace más de diez años, con notable versatilidad narrativa e increíble vigencia, Lee Kiho logra en estos cuarenta cuentos cortos -tan profusos como certeros- armar un fresco vivo de las problemáticas que transita un país en ebullición. Todo Corea del sur cabe en Pase lo que pase, todo va a estar bien: el sentido estricto del paso de las estaciones del año, las esquirlas del llamado milagro coreano y sus tensiones generacionales, el alto consumo de alcohol, la vida privada de los vecinos, los conflictos de poder en la esfera pública, el futuro que promete poco, pero también los ojos de un niño que se esconden bajo un paraguas verde una tarde de lluvia en el centro de Seúl.