Jean Baptiste Grenouille es un ser dotado de una capacidad olfativa prodigiosa que, sin embargo, carece de todo olor corporal, lo que parece crear entre él y el resto de los hombres una barrera de desconfianza infranqueable. En la ciudad de Grasse culmina su aprendizaje del oficio de perfumista. éste le permite, además, cumplir con el destino que se ha marcado: la elaboración de un perfume sublime. Para ello necesita la fragancia corporal de veinticinco muchachas, que extrae de sus cuerpos después de asesinarlas. Apresado y condenado a muerte, una sola gota de aquel perfume basta para subyugar a la multitud congregada ante el patíbulo. Pero el protagonista, asqueado de la vida y de los hombres, decide entregarse a un acto suicida: se rocía con el perfume y provoca, así, un sorprendente episodio final de canibalismo.