Una gran novela moderna sobre la constante búsqueda de la libertad
y las ilusiones que se generan en el proceso.
Enviado a trabajar en un complejo carcelario de máxima seguridad en
unas islas de la Guayana Francesa, el teniente Enrique Nevers se
convierte en testigo del comportamiento inusual de los presos en sus
celdas abiertas y llenas de espejos, el aire siempre ausente del
gobernador Castel y la extraña sensación de que en esas islas caben
tantos mundos como personas. Con una ductilidad de géneros
asombrosa que oscila entre la ciencia ficción, la novela de suspenso y
el policial, Adolfo Bioy Casares mantiene el suspenso hasta las últimas
líneas