Desde los orígenes mismos del Fantasy llegan estas historias escritas hace más de cien años y por cuyos cielos imaginarios surcan pavorosos dragones… ¡violetas! Las fuentes dan helado batido, el monstruoso Gigabú de cuatro bocas y diez patas vive encerrado en su caverna de caramelo y los príncipes pierden la cabeza y salen corriendo. Estas y otras muchas extrañas “sorpresas” nos depara el desopilante mundo de Mo, tanto o más excéntrico que el del libro (¿injustamente?) más famoso de Baum, El mago de Oz.