En este libro, Roland Barthes pretende explicarse a si mismo a través de pequeños fragmentos sobre su vida y su obra. Estamos lejos, pues, del Barthes erudito y mucho mas cerca del hombre que se oculto tras aquellas obras fundamentales que, en el contexto de la Francia efervescente de los a¤os sesenta y setenta, revolucionaron la vision de la literatura y el arte, el cine y la vida moderna en general. A traves de imagenes escogidas por el mismo y de palabras certeras y concisas, Barthes dibuja un autorretrato completo y fascinante, en el que pasa revista a sus temas favoritos --los libros, los signos de la civilizacion contemporanea, la moda, la sexualidad- desde un punto de vista ahora libre de prejuicios academicos. Hablando en tercera persona, como si se tratara de una novela con la que quisiera entenderse a si mismo desde la distancia, intenta huir de su figura publica para acercarse a su propia persona entendida como un enigma que hay que descifrar: No hay biografia mas que de la vida improductiva. En cuanto produzco, en cuanto escribo, es el Texto mismo el que me desposesiona (afortunadamente) de mi duracion narrativa. El texto no puede contar nada; se lleva a mi cuerpo a otra parte, lejos de mi persona imaginaria, hacia una suerte de lengua sin memoria....