Todo el mundo lo sabe: es más fácil conciliar el sueño después de leer un libro. A Estela y a su papá también les encanta una buena historia antes de dormir a pierna suelta. Pero esta noche, después de nueve cuentos, la pequeña no tiene ni pizca de sueño. ¿Quién se lo habrá robado? Por suerte los detectives Hippo y Flamenco, junto a los demás peluches y juguetes de la habitación, se embarcan de inmediato en una minuciosa investigación. En su segundo álbum ilustrado, Anete Melece consigue retratar de manera entrañable ese momento compartido entre papás cansados y sus fieras sin sueño.