Pedro Lemebel desafía todo intento catalogador. «Irónico, sarcástico, salvajemente paródico,
cursi, relamido, retorcido y, además, tierno, divertido y siempre intenso, abrumadoramente lírico», este escritor dirige su mirada a un universo poco mal explorado entre nosotros: «la identidad homosexual, la alternativa travesti y sus complejidades».
Una historia de amor en el Santiago del 86, el año del atentado a Pinochet. Un muchacho del
Frente Patriótico Manuel Rodríguez que va a participar en la acción, vive una relación sentimental con un homosexual, que lo apoya, sin saber-sabiéndolo, en sus planes políticos. Éstos fracasan y la ligazón se frustra. El escenario es exactamente el del año en que pudo ser decisivo pero
no lo fue: las protestas, los neumáticos humeando en las calles de la capital, los apagones; los
boleros, rancheras y baladas de la época; Pinochet lidiando en la intimidad con sus fantasmas
y sus pesadillas, y con una Lucía encaprichada con los últimos modelos de Nina Ricci; y la Loca
del Frente, protagonista y testigo, personaje entrañable, puente entre los sueños y la desdicha.