Dos obras de Shakespeare que fueron largamente mal leídas e injustamente relegadas a un segundo plano.
Reunimos en un estuche dosáde las mejores tragicomedias de William Shakespeare, mezcla originalísima de elementos cómicos, trágicos, románticos y líricos, que anticipa la suprema madurez de sus obras posteriores.
El mercader de Venecia: Para cortejar a la rica y bella Porcia, Bassanio pide tres mil ducados a su amigo Antonio, el mercader de Venecia. Pero Antonio no tendrá dinero en efectivo hasta que sus barcos regresen de la mar, y para ayudar a su amigo se ve obligado a pedirle un préstamo a Shylock, un usurero judío famoso por sus altas tasas de interés. Shylock le deja el dinero con una condición: si Antonio no paga el prestamo en la fecha acordada, tendrá derecho a una libra de su carne.
Antonio y Cleopatra: Tras el asesinato de Julio Cesar y la batalla de Filipos, Marco Antonio, Cesar Octavio y Lepido se reparten el dominio del mundo conocido. Sin embargo, Antonio queda cautivado por Cleopatra, reina de Egipto, y descuida sus responsabilidades políticas para pasar tiempo con ella en Alejandría. El consiguiente escándalo llega a ser un tema de murmuración en Roma, y causa una ruptura entre Antonio y el joven