VIAJANDO AL SUR DESDE EL ESTRECHO DE
MAGALLANES. Quizá ninguna región de Chile ha sido tan relatada,
permaneciendo a la vez tan desconocida como Tierra del Fuego. Por
decenios estas tierras han sido visitadas por la más variada muestra de
curiosos, exploradores, aventureros, creativos y amantes de los grandes
desafíos. Gran parte de dicho conocimiento aún permanece cautivo,
publicado en idiomas distintos al nuestro, entorpeciendo el
entendimiento de este rico y poderoso territorio, de sus gentes, de su
naturaleza.
La memoria de Tierra del Fuego —junto con su
naturaleza— precisan ser restauradas, pues ambas han sido erosionadas a
lo largo del tiempo, degradadas por diferentes motivos, todos conectados
por la falta de conocimiento y valoración local de estos casi infinitos
territorios. Partiendo por las voces del pueblo Selk’nam, arrancadas de
cuajo por ambición y arrogancia desmedida hace poco más de un siglo,
precedida y seguida por el deterioro de su poderosa biodiversidad, la
que muy tempranamente viene siendo abatida en sus mares y sus
territorios.
El relato de Rockwell Kent —publicado por
primera vez en castellano— nos trae un retazo de dicha memoria, de las
gentes, los paisajes, los murmullos fueguinos, y suma al lienzo que
muchas personas venimos zurciendo en dichas tierras, empeñados en
restaurar la naturaleza integral del sur de Patagonia. El mayor y mejor
desafío que tenemos como sociedad es el de juntar estos trozos y remedar
con ello un futuro común, sano y amplio para las futuras generaciones
de humanos y no humanos que compartimos el amor, la dependencia y el
viento austral de este sublime territorio.
Bárbara Saavedra, bióloga.
Directora de Wildlife Conservation Society, Chile.
Personaje notable, de múltiples facetas, fue
sobre todo un dibujante excelente y un pintor magistral de la
naturaleza, con un estilo representativo singular. Su espíritu
aventurero lo trajo en 1922 hasta el fin del continente americano, lo
que le permitió conocer lo más recóndito de la Tierra del Fuego y su
archipiélago austral en una atrevida y esforzada excursión.
El relato de su viaje, veraz y ameno, es un
testimonio valioso de un mundo desaparecido, el del pionerismo
colonizador en las fronteras del ecúmene, todavía vigente hace cosa de
un siglo. Su capacidad de observación trascendió el escrito pues incluyó
su maestría artística para la reproducción de variadas imágenes. En su
interacción con el ambiente, Kent desarrolló su habilidad para captar
las tonalidades de luz y colorido de las formas vitales e inertes. Así,
los cielos, la tierra y las aguas de Magallanes le permitieron dar
perennidad a una obra artística admirable y excepcional, virtualmente
ignorada en Chile y Argentina hasta el presente, que hoy podemos conocer
gracias a la primera traducción al castellano de la relación de su
viaje, publicada originalmente en inglés (1924).
Una reedición que recibimos con agrado y que merece difundirse, por su contenido, como un aporte cultural.
Mateo Martinic, historiador.
Premio Nacional de Historia de Chile (2000).
Fundador del Instituto Patagonia de la Universidad de Magallanes.
Rockwell Kent
Pehuen
300