Un rompecabezas tan escalofriante como conmovedor, un juego que implica al lector para reconstruir la identidad de un hombre misteriosamente confinado. Un anciano se sienta en una habitación, con una única puerta y ventana, una cama, un escritorio y una silla. Cada día despierta sin memoria, sin saber si está encerrado o no. Sobre el escritorio, unas inquietantes fotografías y un manuscrito, la historia de otro prisionero en un mundo alternativo que no reconoce. Anna, una mujer de mediana edad, entra para hablarle de pastillas y tratamiento, pero también de amor y promesas. ¿Quién es este Míster Blank y cuál es su destino? ¿Tendrá tiempo suficiente para dar sentido a las pistas que surgen? Laberíntica e intrigante, esta novela se construye como un oscuro rompecabezas, escalofriante y conmovedor: un juego que implica al lector para reconstruir la identidad de un hombre y de sus captores, al tiempo que ofrece una exploración ingeniosa del lenguaje, lo metafísico y el paso del tiempo, y que funciona además como una maravillosa alegoría de la creación literaria. Paul Auster alumbra aquí una «hábil e ingeniosa novela que atrae al lector inexorablemente a su red de misterio» (Sunday Telegraph). De una personalidad y potencia narrativa arrolladoras, su obra «ha estado siempre a la vanguardia, y Viajes por el Scriptorium es un ejemplo particularmente elegante de ello» (Daily Telegraph).