Donald Antrim empieza a escribir este libro cuando muere Louanne; su madre. El resultado no es una autobiografía clásica ni una novela de formación; sino un libro excepcional; particularísimo; que bucea en las motivaciones inconscientes; los sueños; el padecimiento psíquico; el alcoholismo y todo lo fallido que puede existir en una familia. Con una prosa brillante y siempre a medio camino entre el humor y la ternura; entre lo conmovedor y lo terrible; Antrim da cuenta de La vida después; una vida tan entrañable como devastadora.