“La voz de lejos lleva en su título un guiño mistraliano porque Gabriela Mistral escribió “recados” en cantidad: “Así llamaba yo a esa especie de conversación con los míos a través del mar”, declara en su “Recado para las mujeres chilenas”. No hay, en este libro, mar de por medio, pero éste alude a la lejanía desde donde proviene la voz, esa voz que sopla y anima y da a conocer las “voces” que, desde el sur de Chile, se empinan y que, con frecuencia, el centralismo acalla, privándonos de quebrar monótonas rutinas y ampliar diversidades literarias, poéticas y más, y más”. Soledad Bianchi