Considerada una de las obras cumbres de las vanguardias latinoamericanas por autores como Enrique Vila- Matas y César Aira, esta excepcional novela de Juan Emar –publicada originalmente en 1935– escrita al modo de un diario de vida en el que solo se consigna el primer día de cada mes, a excepción de diciembre, del que también se acredita el último día, con el fin de cerrar la historia. Insectos que devoran las letras de los libros, un inclasificable dietario de viaje o teléfonos que quedan pegados a las orejas convergen en esta singularísima narración –indiscutible influencia oculta en la literatura chilena contemporánea–, donde pequeñas circunstancias de la vida cotidiana adquieren insospechados sentidos al ser hilvanadas mediante un humor tan absurdo como melancólico.