Los humanos deberiamos asilvestrarnos. Pero esto no va de vivir en los arboles, sino de cambiar nuestra mirada.Asilvestrarse no consiste en dejar de lavarse ni en juntarse con una manada de elefantes.Los seres humanos no cazamos como los dingos, ni ramoneamos como los ciervos, ni descomponemos la materia organica como los buitres. Tampoco somos capaces de fertilizar la tierra de la manera en que lo hacen los escarabajos o las lombrices. Asilvestrarnos implica cambiar nuestros habitos para permitir que la naturaleza salvaje florezca y realice esas funciones que garantizan la vida que nos rodea y la nuestra propia.