El 12 de septiembre de 2015, el cineasta y biólogo Tom Mustill observaba ballenas frente a la costa de California cuando una jorobada de treinta toneladas se abalanzó sobre su kayak y casi lo mata. Tras viralizarse un vídeo del suceso, a Mustill le invadió unsinfín de teorías sobre el. Se obsesionó con intentar averiguar que se le pasó por la mente a la ballena, y le habría gustado poder preguntárselo. Mientras rodaba una película sobre aquella experiencia, descubrió que tal vez no fuera una idea tan descabellada. ¿Y si los animales y los humanos pudieran hablar entre sí?
Esta es la historia de toda una nueva era de descubrimientos pioneros, de avances en biología y tecnología que nos están acercando a la descodificación de la comunicación animal. Y las ballenas ?esos mamíferos de cerebro gigantesco, dotados de lenguajes sofisticados y voces virtuosas, que viven largas vidas de gran actividad social? nos ofrecen una de las oportunidades más realistas para conseguirlo.