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El “yo” en la literatura

El “yo” en la literatura

Miércoles 28 de mayo de 2025


Probablemente, si piensas en la literatura del yo, la primera idea que surge son libros de novela contemporánea de carácter autobiográfico, con autores como Milena Busquet, Annie Ernaux o Joan Didion. Esta idea proviene de que a simple vista la auto ficción está lograda por el escritor al jugar con una delgada línea entre su vida y algunos detalles que necesita inventar o modificar, pero ¿es tan así?

 Esta inquietud ya me surgía al pensar en mis libros favoritos de auto ficción, que no necesariamente se encasillan en la fórmula ya mencionada. Esto me lo confirmó la escritora Neigge Sinno en el podcast “Tema Libre” de Anagrama, en el que menciona su experiencia como escritora de crítica literaria, haciendo hincapié en que esta se escribe desde la experiencia personal con el libro, por ende, hay un yo que está escondido, llegando a concluir que <<El yo existe en muchas prácticas, pero no es tan obvio como lo autobiográfico>>.

Si se mira con ojos críticos cuáles son esas prácticas que contienen al yo, la discusión literaria es amplia y llega a algunos consensos. Para partir, muchos teóricos indican que los primeros indicios de literatura autobiográfica se dan en <<Confesiones>> de San Agustín, escrito entre los años 397 y 398, donde Agustín de Hipona da a conocer su camino desde una juventud pecadora a su conversión al cristianismo. Lo interesante que tiene este libro es que actualmente por muchos es considerado un texto filosófico o teológico, por tanto, no es en lo que habitualmente asociamos como soporte del yo.

Desde ese punto hasta la actualidad, han pasado más de 1600 años donde el yo ha sido explorado de infinitas formas, pero no es hasta el 1900 que la literatura autobiográfica toma cada vez más fuerza, expandiendo su soporte literario más allá de la novela. La poesía donde ya habitaba el yo poético - mediador del poeta que expresa sus sentimientos, sus experiencias, etc. –, se ve interrumpida por una manera más directa y desgarradora de expresar las propias vivencias del poeta, abordando desde la primera persona problemas de salud mental, traumas y más, con la corriente poética que hoy conocemos como poesía confesional que se desarrolló principalmente entre 1950 y 1960, teniendo como algunos de sus exponentes a Anne Sexton y Sylvia Plath.

La historia del yo sigue, y es recién en 1977 que se acuña el término auto ficción, al publicarse en Francia el libro <<Fils>> de Serge Doubrovsky. Es en ese momento que se reconoce por fin al yo como un tópico literario y con ello se comienza a construir el camino que hoy lo constituye como un boom literario. Por lo mismo, a ratos puede resultar agotador leer temas y visiones individuales que se repiten, pero es en ese momento que las propuestas más novedosas de algunos escritores hacen que esta manera de estar en el mundo aún nos resulte atractiva.

En esa línea destaco libros como <<Las flores de la bufonería>> de Osamu Dazai, donde el mismo autor está interpelando constantemente la construcción de su historia que también es autobiográfica, o <<La hija única>> de Guadalupe Nettel, donde la autora se suprime de la historia, pasando su voz como espectadora del duro momento que vive su amiga a otros personajes, dando esa cuota de ficción al desarmar su yo para centrarnos en la historia que recoge a partir de entrevistas que transforma en narración.

La auto ficción es un mundo mucho más grande de lo imaginado e inagotable, demostrando que puede ir más allá de lo autobiográfico, pero para descubrirlo se debe estar dispuesto a entrar, hurgar y conectar con obras que muestran en paralelo tanto al artista como el ser humano. Es cuando se está dispuesto a hacer ese compromiso como lector, que se gana un nuevo mundo de libros por leer.

Natalia Olmos Pizarro

Librera Librabooks.