Han pasado setenta y cinco años desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y no hay semana que no aparezca alguna noticia sobre reclamaciones de las víctimas del expolio nazi o sus descendientes, a estados o museos de todo el planeta, para recobrar las obras de arte robadas durante la contienda. ¿Cómo llevó a cabo el Tercer Reich este saqueo de obras de arte, el más grande de la historia? ¿Cuáles fueron sus vínculos con el Holocausto? El expolio nazi analiza en detalle el funcionamiento de la gran maquinaria depredadora dirigida por Adolf Hitler y Hermann Goering, e integrada por directores de museos y galeristas, funcionarios y militares, especuladores y mafiosos. Lejos del amor al arte, muchos de ellos actuaron por afán de poder y ánimo de lucro, impulsos que alentaron un alto grado de violencia y corrupción. El banquero alemán Alois Miedl, marchante de Goering, fue uno de los protagonistas de aquella trama. A través de su vida, este libro explica en qué consistió el expolio nazi. También qué papel desempeñó España en la dispersión de los bienes saqueados, pues Miedl halló aquí refugio al acabar la guerra e introdujo de contrabando un número indeterminado de pinturas cuyo paradero aún hoy desconocemos. No fue el único: por aquellos días, los contrabandistas de arte procedentes del Tercer Reich campaban por España con la complicidad de la dictadura franquista y en varias galerías del país podían hallarse pinturas procedentes del expolio. Han pasado setenta y cinco años desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y no hay semana que no aparezca alguna noticia sobre reclamaciones de las víctimas del expolio nazi o sus descendientes, a estados o museos de todo el planeta, para recobrar las obras de arte robadas durante la contienda. ¿Cómo llevó a cabo el Tercer Reich este saqueo de obras de arte, el más grande de la historia? ¿Cuáles fueron sus vínculos con el Holocausto? El expolio nazi analiza en detalle el funcionamiento de la gran maquinaria depredadora dirigida por Adolf Hitler y Hermann Goering, e integrada por directores de museos y galeristas, funcionarios y militares, especuladores y mafiosos. Lejos del amor al arte, muchos de ellos actuaron por afán de poder y ánimo de lucro, impulsos que alentaron un alto grado de violencia y corrupción. El banquero alemán Alois Miedl, marchante de Goering, fue uno de los protagonistas de aquella trama. A través de su vida, este libro explica en qué consistió el expolio nazi. También qué papel desempeñó España en la dispersión de los bienes saqueados, pues Miedl halló aquí refugio al acabar la guerra e introdujo de contrabando un número indeterminado de pinturas cuyo paradero aún hoy desconocemos. No fue el único: por aquellos días, los contrabandistas de arte procedentes del Tercer Reich campaban por España con la complicidad de la dictadura franquista y en varias galerías del país podían hallarse pinturas procedentes del expolio.