A pesar de haber sido escrito en 1975, este trabajo de Millas es un texto de increíble actualidad en el que cuestiona fuertemente a aquellos que justifican la violencia. El «carácter pavoroso [de la violencia], sólo puede ser de verdad comprendida, teniendo siempre a la vista su índole terrorífica. Hacer otra cosa, y hablar plácida y analíticamente de la violencia, haciendo su “fenomenología” como quien hace la fenomenología de una polka, es hacer literatura y de la mala».
Jorge Millas escribe, lamentándose, cómo desde la filosofía se ha construido un movimiento proviolencia amparándose en las ideas de Nietzsche y Sorel hasta llegar a los irracionalistas y el posmodernismo con Marcuse. Dice, literalmente, que «muchas de las ideas que sobre la violencia propone la Filosofía, parecen destinadas no a comprenderla, sino a promoverla, y ello, enmascarándola»