Los famosos poetas lord Byron y Percy B.Shelley, junto a sus jóvenes amantes, se entregaron a un juego literario que consistía en idear el cuento más espantoso que se pudiera imaginar. Ninguno de los presentes logró completar un buen relato… salvo la joven amante de Shelley; aquella noche concibió una historia aterradora y maravillosa: Frankenstein. Desde su publicación asombró al mundo y en pocos años adquirió la categoría de «mito moderno». A caballo entre la novela gótica y el relato filosófico, la historia del soberbio científico y su monstruosa creación ha apasionado a varias generaciones de lectores. «¡Creador insensible y despiadado...! Me otorgasteis sensaciones y pasiones, y luego me arrojasteis al mundo para desprecio y horror de la humanidad.» Aquel «verano húmedo y desapacible» de 1816 «me entretuve pensando una historia que consiguiera que el lector tuviera pavor a mirar a su alrededor, que le helara la sangre y que acelerara los latidos de su corazón», Mary Shelley en la introducción a la edición de 1831 sobre cómo se forjó Frankenstein.