Valeria Maino va adentrándose en la historia de los millonarios del norte cuando se trasladan al golfo de Arauco y sus cercanías, en busca de carbón para sus fundiciones de cobre. Pronto, algunos mineros se enamoran de esos lugares y empiezan a levantar sus mansiones, con jardines y parques, que serán escenarios de sus aficiones y ocios. Durante el siglo XIX los visitarán los viajeros que pasean por esta costa. Algunos de estos chilenos pertenecen al Gran Mundo, poseen palacios en Europa y en Chile reciben a sus amigos internacionales, quienes contribuyen a resaltar estos bellos lugares, como sucede con Lota, que se lo recuerda en una calle del barrio más elegante en París y en un castillo con ese nombre en Ustariz, Francia.