En este extraordinario ensayo publicado originalmente en 1963, Donald Mitchell examina con gran perspicacia y sensibilidad los valores filosóficos y estéticos que determinaron el lenguaje de la música del siglo xx. Para ello se centra en las figuras de Schoenberg y Stravinski, representantes de dos estilos genuinamente modernos y de una nueva sensibilidad. Mediante la rigurosa aplicación de técnica y construcción formal, ambos compositores dotaron a la música de nuevos vocabularios y transformaron las convenciones de escucha y composición para siempre. Dado el carácter multidisciplinar de este ensayo, los años lo han elevado al estatus de clásico no sólo en el campo de la musicología, sino también de los estudios culturales.