Oliver era un insignificante mago menor. Sólo conocía tres hechizos: uno de ellos no servía más que para controlar su
alergia a la caspa de armadillo y otro para atar los cordones de los zapatos. Aunque sólo tenía 12 años, era el único
mago de una aldea en la que hacía mucho tiempo que no llovía. Por eso, Oliver y su armadillo son enviados con la
misión de traer de vuelta la lluvia. Armado con sus tres hechizos, nuestro héroe no tiene la menor idea de lo que le
espera. Oliver era un insignificante mago menor. Por desgracia, era la única opción que tenían.