Las montañas simbolizan los grandes desafíos que enfrentamos, en especial aquellos que parecen imposibles de superar. Para conquistar la cumbre es necesario aprender a identificar y cambiar las conductas que nos llevan al autosabotaje. Por medio del conocimiento y la aceptación de nuestros hábitos más dañinos, el desarrollo de inteligencia emocional, la liberación de experiencias pasadas a nivel celular y el aprendizaje de actuar como nuestro yo del futuro podemos abrir nuestro propio camino hacia cualquier cima.