Después de huir de un esposo abusivo con su hijo de seis años, Tommie, Beverly intenta crear una nueva vida para ellos en un pequeño pueblo fuera de los caminos trillados. A pesar de su nueva libertad, Beverly está constantemente en guardia: crea una historia de fondo falsa, usa un disfraz por la ciudad y se entierra en proyectos de bricolaje para evitar la ansiedad. Pero su estrés solo aumenta cuando Tommie insiste en que había estado escuchando a alguien caminando en el techo y gritando su nombre a altas horas de la noche. Con el dinero agotándose y el peligro aparentemente a la vuelta de cada esquina, toma una decisión desesperada que reescribirá todo lo que sabe para que sea verdad.