A lo largo de un año, la periodista Leila Guerriero visitó al pianista argentino Bruno Gelber, uno de los más importantes intérpretes de música clásica del siglo XX, en el departamento en el que vive, ubicado en un monumental edificio art déco del popular barrio Once, en Buenos Aires. Lo que había empezado como una entrevista se transforma, con el paso de los meses, en una inmersión en el mundo único de un hombre que enfermó de polio a los siete años y pidió que le quitaran la lira al piano para encajarlo en su cama y seguir estudiando; que fue a Francia, en los años cincuenta, y poco después era el concertista mimado de buena parte de la realeza; que vivió más de medio siglo entre París y Mónaco y que ahora, de regreso en la Argentina, sigue dando conciertos y haciendo giras a pesar de haberse quebrado la mano en un accidente automovilístico tiempo atrás. El resultado es un volumen que habla de un hombre que le ha entregado su vida a la música, enamorado desde la infancia de la actriz argentina Laura Hidalgo cuyos retratos se distribuyen por toda la casa, y que tanto puede interesarse en los últimos rumores sobre la celebrity de moda como en las reglas del protocolo que conoce a la perfección. Escrito con un estilo preciso y sutil, Opus Gelber es un retrato extraordinario que muestra las zonas claras y opacas de un intérprete exquisito.