"Una vida fascinante", sin declararlo, es una obra que nos dice por qué es importante que un pueblo conserve su memoria. Si eso se consigue, no existe un corte de tiempo para definir presente y pasado, ni tampoco límites para establecer distinciones. En ese marco, la historia será un esquema ubicado por encima o por debajo de los pensamientos colectivos y de los personales.
Nuestro patrimonio inmaterial - Carmen Barros lo encarna, a pesar del milagro material de su biología - y las tradiciones están presentes en las vidas de quienes los heredan, de manera que su vida es de alguna manera parte de todos los chilenos. De lo que la conocen y de los que no: es lo que sucede con los artistas que han dejado huella en una nación.
Este libro nos invita a darle un vistazo a esta notable mujer, a través del abanico que nos despliega Mario Cavalla.