No estoy convencido de que un ciberesce´ptico y ludita confeso sea la persona ma´s adecuada para presentar este libro de Antonio Manilla. O, quiza´ por ello, tengo que decir que estamos ante un riguroso ensayo sobre lo concerniente a esa maran~a de la Red; un ensayo literario que nos regala, como dijo el filo´sofo, la «poetizacio´n del saber». Su prosa tiene la fuerza del columnista recio sin perder la inspiracio´n del poeta, argumenta con osadi´a pero no pierde de vista nunca la vida como referente necesario, algo que no todo el pensamiento contempora´neo tiene en cuenta cuando se deja arrastrar por la mera especulacio´n intelectual.