La literatura no es agotable, por la suficiente y simple razón de que un solo libro no lo es. El libro no es un ente incomunicado: es una relación, es un eje de innumerables relaciones."
Este feliz volumen, inédito como tal hasta hoy, se compone de dos libros dados a imprenta con más de un cuarto de siglo de diferencia, la que separa 1925 de 1952. No obstante, sus ensayos pertenecen a un mismo diálogo, el de Borges con la historia literaria, el del lector con el escritor. De entre ellos, "Menoscabo y grandeza de Quevedo" señala los rostros múltiples del autor; "La nadería de la personalidad" quiebra el conjunto del yo; "La flor de Coleridge" reivindica la supremacía de la tradición; y "Kafka y sus precursores", por ejemplo, cuestiona el sentido de las influencias.